Escudo de la ciudad

Escudo de la ciudad
El escudo de Rosario fue diseñado por Eudosro Carrasco, autor junto a su hijo Gabriel, de los Anales" de la ciudad. La ordenanza municipal lleva fecha de 4 de mayo de 1862

MONUMENTO A BELGRANO

MONUMENTO A BELGRANO
Inagurado el 27 de Febrero de 2020 - en la Zona del Monumento

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lunes, 1 de junio de 2015

SEFARADIES



Originariamente, los sefaradíes fueron los judíos de Espa­ña, de donde fueron expulsados en el siglo XV. Se establecieron en la cuenca del Mediterráneo y siguieron utilizando como idioma el "ladino", un dialecto español antiguo mechado de hebraísmos. Por extensión, se llama sefara­dles, a los judíos de los países árabes y de Oriente.
En Rosario se establecieron a partir de los primeros años del si­glo, formando parte de la emigra­ción de los países del Imperio Otomano. Venían de Marruecos, Siria, Turquía, Grecia y siguieron manteniendo sus ancestrales costumbres y tradiciones cultura­les y religiosas.
    Se agruparon en instituciones religiosas y de beneficencia que aún perduran. La. Sociedad "Etz Ajain” constituida en 1916, fun­ciona desde el año 1922 en la calle Catamarca 2032. En 1963 fusionó con una institución mana, "Confraternidad Israelita Latina Ahinu Ata", para la construcción de un nuevo templo.Los fundadores de estas instituciones eran inmigrantes que vinieron de Turquía, Marruecos y Grecia, mayoritariamente.
La Sociedad Israelita Sefaradi "Schebet Ahim" tiene su templo en la calle Dorrego; fue fundada el 16 de agosto de 1924 por inmi­grantes de los países árabes y de Palestina.
La historia de las comunidades sefaradíes de Rosario forman parte de una rica labor de mantenimiento y construcción de espiritual, que no estuvo da del resto de la colectividad
En las últimas décadas el mundo ha sufrido enormes trans­formaciones, y consecuentemente los judíos se encontraron inmer­sos en esos procesos de cambio.
Qué significa ser judío en el mundo contemporáneo es una pregunta que desvela a muchos y no logra tener respuestas definiti­vas.
Entre las nuevas corrientes que surgen, se sigue creyendo que "la expresión espiritual indi­vidual es una marca del judais­mo. A pesar de los intentos de grandes maestros judíos por arti­cular resúmenes de creencias ju­días, el judaismo no tiene dogma ni credo,...sin embargo, hay de­terminados eventos y temas de nuestros días que parecen afectar consistentemente a todos los ju­díos de una forma que podría ser llamada espiritual.
El Holocausto es uno. Otro es visitar el Muro Occidental en Jerusalem. El tercero es recitar la plegaria por los muertos, el kadish. Quizá haya otros, pero es­tos tres tienen un claro poder emocional sobre la mayoría de los judíos contemporáneos. (Silberman, Jeffery: "La herencia de la espiritualidad judía" en "Nuevas corrientes en el judaismo" O.S.M.-Uruguay).
Y de estos sentimientos parti­cipa la colectividad judía de Ro­sario.
En nueve décadas de vida or­ganizada, esta comunidad ha de­jado un legado muy importante porque su aporte a la vida cultu­ral, científica, social y económica ha sido significativo y no pasó de­sapercibido, a pesar de constituir un sector minoritario de la ciu­dad.
En su momento de mayor es­plendor, en los años '20 y '30, la colectividad no pasaba del 4% de la población de Rosario y actual­mente (comienzos de los '90), apenas llega al 1% del total. Co­mo parte integrada de la socie­dad, la colectividad ha sufrido to­dos los avatares de un país en crisis permanente.
Su composición social actual abarca un amplio abanico, donde el grado de proletarización y po­breza es cada vez mayor y en el otro extremo no hay más que pe­queños y medianos comerciantes e industriales, mientras una franja media está constituida por profesionales.
Siguiendo una tradición an­cestral, el estudio ocupa un lugar de privilegio para el judaismo, y nuestra ciudad fue un verdadero polo de atracción universitario: muchos jóvenes hicieron su ca­rrera profesional, y acá volcaron toda su capacidad científica y técnica, tanto en la docencia, co­mo en las profesiones "liberales", especialmente en el área de la sa­lud (médicos, dentistas, farma­céuticos, bioquímicos), en una proporción ampliamente superior al peso real que tuvieron en la población.
También su actividad en el campo artístico y cultural se de­sarrolla permanentemente y esta labor de difusión con un alto con­tenido humanista, es otra de las características distintivas de la colectividad judía en Rosario.

Fuente Bibliografía : Extraído la Publicación Rosario Historia de aquí a la vuelta,  Fascículo Nº 24  de la Ediciones de aquí a la vuelta de año 1993